2014. Horóscopo

2014. Horóscopo, mapa de deseos, ojos hinchados, meditación. Niños en mi jardín, plantas de colores, regalos, las mejores amigas, festejos de todo tipo. Cumpleaños, un casamiento, una comunión, un bautismo. Deberes, obligaciones, mi lema: hago lo que puedo. Dormir sobre libros, libros y más libros. El lápiz en la oreja o enganchado del corpiño, la necesidad constante de anotar. Sacarme el corpiño, los zapatos, las culpas. Paseos, presentaciones, deseos. Ser tan mamá entre telas, cuadernos y margaritas. La despedida de la viejita, miles de horas de llanto. Pasar la hora en el colegio todos los mediodías. Volver a mi hueco: mi estudio. Viajar siempre por acá, una chica al volante, música fuerte, muy fuerte, manejar, deseos de huir. Llegar al lugar del viejo, oler sus pipas, mirar sus fotos, sacar su cuadro, estarme ahí. Dar un taller, tomar un taller. Buenas noticias, concreciones con olor a tinta. Mi felicidad. Debajo de la lluvia una crisis y el recuerdo del paraguas que olvidé en un taxi. Cambio mochila por cartera creyendo que se trata de madurez. Amo tanto a mis escarabajos que los dejo sueltos, organizo herencias en forma de aros y enormes duelos dándome una fuerte sobredosis de flores de Bach y de flores en general. Mientras, dos nenas mágicas me siguen a todos lados. Cerca también andan mis seres amados, las comidas, el vino tinto, el queso duro, los abrazos apretados. La casa es el epicentro de las recepciones, la hemos pintado y cubierto de membrana para que no nos llueva adentro. Entendemos que el refugio, finalmente, somos nosotros mismos jugando a los súper héroes. Vuelo. Nos llegan del inframundo sorpresas en forma de robos que abolimos con donaciones. A veces cuento cuentos al lado del río, hablo por radio, veo caras nuevas y siento que una especie de alien se instala en mí para narrar la historia de unas nutrias que… Otra vez estoy en la trampa de la novela. Huyo con mis duendes al campo, me voy cobrando todas las siestas que el universo me debía, empiezo cuadernos de forma compulsiva, compro cremas, prendo sahumerios, salgo a caminar, sigo festejando, lloviendo, llorando, cocinando. En la puta terapia que ansío abandonar hace cincuenta mil años hablo de no juzgarme, de atreverme a mirar al sol a los ojos y por poco me quedo ciega. Mientras me saco muchas fotos y grabo mis carcajadas. También limpio mocos y curo resfríos, sufro ataques al hígado, cocino todavía más, llevo y traigo, dibujo, hago cuentas y ya no puedo parar de bailar ni de dudar, crecer, adorar, sufrir, leer, escribir, pensar, extrañar, provocar, cuidar, ordenar, acariciar, desear, leer y escribir, siempre leer, siempre escribir, una página más y listo, te juro.