top of page
Entradas recientes
Vuelve pronto
Una vez que se publiquen entradas, las verás aquí.
Entradas destacadas

Ella no sabe si es grande o chiquita

Ella no sabe si es grande o chiquita, yo tampoco. Es más, yo ya no sé quién es ella. Le compro los collares que usa pero los que elijo justo no le gustan. La ropa se la elijo negra pero no por negra es de su agrado. Se pasea por la casa como una ameba. Le canto Yendo de la cama al living, se sonríe, Charly le gusta, quien dijo que todo está perdido. Pasa el día debatiéndose entre dibujar, leer, pantallear, coser, diferentes expresiones del ocio siempre mal administrado. Se prueba ropa, a veces mía, se maquilla ensayando una adolescencia que todavía no llega, o que viene llegando, entre paltas y patas de pollo, entre pelos nuevos y una ansiedad llena de expresiones rarísimas a las que trato de adaptarme para no quedarme afuera, para no llegar tarde a su manera de contarse el mundo. A veces me mira con ojos de bebé y me pide besos en la espalda. Otras, me mira con ojos de odio porque no quiere ordenar su cuarto, o que le hable o que le diga que no o que sí, o que en ese momento yo sea su mamá. Cuando se pelea con las amigas el mundo entero se termina, pero no es de llorar, es de resistir. Sus ojos inmensos contienen las penas y las traiciones, los chismes y las injusticias, la amistad. Es imposible despertarla, es imposible convencerla de que tiene que dormir. Es bondadosa y por eso sufre. Todavía no tiene conciencia de sus poderes, menos que menos de cómo dominarlos. Me salió del cuerpo hace poco más de doce años, la pera le temblaba y tenía el color de los pitufos. Jamás voy a olvidarme de la primera vez que nos miramos a los ojos, ay esos ojos. Las viejas decían que el color le iba cambiar, que no podía ser, que ese azul celeste violeta amarillo verde era imposible. Pero yo sabía que ahí estaban los genes de mi familia, esa destartalada y peleadora, pero también artista, sensible y enorme. Yo sabía que era una de las nuestras, aunque nunca jamás iba ser de nadie. Hoy Violeta termina el primario, y esta madre llena de mocos estalla de orgullo y felicidad, esos confortables lugares comunes. Ser su madre es una de las cosas más hermosas que me pasan en la vida. Aguante Viole-Tita, vamos juntas siempre, que este quilombo recién empieza.


Síguenos
No hay tags aún.
Buscar por tags
Archivo
  • Facebook Basic Square
  • Twitter Basic Square
  • Google+ Basic Square
bottom of page