Garra

¿Garra? No, si, si, no: yo garra le pongo. Eso seguro. Seguro. Lo repito porque. Seguro, garra, seguro, ¡el seguro del auto! ¡Y la patente! ¿Enserio venció en enero?, ¿en enero de qué año? Pero pará, ¿estamos en 2015, no? ¿Pilas? ¿Vos me estás jodiendo? Si parezco el conejito de Duracell, cara de limada; avanzo durante horas y horas de duración. Acá está la plata del lavadero, cargué la sube, ¿cambió la cerradura del edificio? Ay, no, ir al centro, consorcio, subte, gente, humo… Llamaron de Aguas Argentinas, ah, y mandaron mail del colegio, y mirá qué loco: a lo que nosotros llamamos “deuda hija de puta” ellos le dicen “diferencia en el aporte”, son un amor. ¿Voluntad? Esto ya parece un chiste. Soy mamá –esa primera carta nunca falla- trabajo, limpio, ordeno, cocino. ¿Voluntad dijiste? Tengo la voluntad de matar a mi vecino que martilla todo el día, pla pla pla, quiero hacerlo despacito, usando un cuchillo sin filo, chan, chan, chan. Cómo me molesta que la gente hable de voluntad, de actitud, como si fueran características en si mismas. Yo tengo voluntad de matar y tengo actitud criminal. ¡Hay que terminar las frases! ¡Hay que pensar en lo que se está diciendo! Perdón, es que a veces necesito gritar. ¿Qué?, ¿pensar?, ¿en qué?, no, yo no dije eso. Me duele el costado derecho de la cabeza, ¿es el lado de la lógica o las emociones? ¿De este lado también soy mujer? Uy, qué agotador. Quiero mear de parada pero cada vez que lo intento me la jodo teniendo que limpiar. ¿Qué comemos hoy? Trato de comer carne solo dos veces a la semana. Mentira. Parece que pollo no deberíamos comer, pero las milanesas rebosadas de “Planeta Pollo” son mi religión. Santa milanesa que estás en el plato… Sí, tenes razón, mejor me pongo a llorar, tenes razón. Me duele el cuello también, no creo que sea por las hormonas del pollo ¿o si? Ay, ahora me paranoiquié. Voy corriendo a escribir. Golpes en las teclas. ¿Fuerza? Esa me sale de todos los costados, de mi parte mental, de mi zona erógena, de mi tierra y de mi agua. ¡El agua! me olvidé, se evaporó. Ahora me late el costado izquierdo, ¿debería considerarlo una muestra de equilibrio o de caos absoluto? Escribo CAOSSSSS en la cuenta que me dieron en el mercado y lo pego con la cinta scotch de motivos navideños en el cuaderno de la nena. A veces sueño con no escolarizarlas, irnos a vivir a cualquier lado, aprender a tejer, parir tres veces más con la esperanza de que las próximas sean cabras, no solo en el horóscopo chino. ¿Locura? ¿Por qué lo decís? ¿Por lo del cuchillo y el vecino? Si eso lo dijiste vos. En serio: vos. Te lo juro por mi vida.