Uruguay
- macarena moraña
- 2 jul 2017
- 1 Min. de lectura
Uruguay me ha dado buena cerveza. También sustos, calma, agua salada, desconexión, arena infinita, nuevas formas de nombrar las cosas. Me ha dado tiempo ideal para escribir cartas a seres hermosos y cantar cada vez peor las canciones que me hacen tan feliz. Caracoles, atardeceres, picaduras de mosquitos en pleno auge de su carrera criminal. Me llevo la contemplación de estrellas, las mil peleas entre mis hijas, sus carcajadas y la eterna desazón de leer siempre menos de lo que me gustaría. Me llevo mar, unos aros de alambre comprados a un hombre sonriente y una valija de ropa sucia que no puedo cargar. También me dio sorpresas, delicias y tantísimo amor. Ahora que aprendí a cebar su yerba tengo que volver. A partir de hoy la misión es la de hacer rendir esta inmensidad en los días de clases, alumnos, fideos con manteca y madrugones imposibles de sobrellevar. Siento mucha gratitud a mi vieja, a mis hijas, a mis amigos y mucha mucha mucha a mí.
Comments