Y entonces la vida va siendo esto de leer poco

Y entonces la vida va siendo esto de leer poco, de escribir alguna línea complaciente o detestable. Esto de calentar guiso, cerrar con llave y miedo la puerta de la casa habitada. Balbucear en público ideas sobre libros y canciones, sentir el placer del primer mate, el último beso , el sonido del corcho al desprenderse del vidrio ¿Verde? ¿Morado? Sonarse los mocos, enjuagar la bombacha bajo el agua jabonosa. Recordar, por la noche, el día ganado. Baldear, borrar las pisadas de los azulejos. Sentir las piernas cansadas, ver la placidez en los ojos cerrados de los hijos. Olvidarse de comprar manteca, sal, rollo de cocina. Llenar cuadernos con garabatos. Amar tanto y tan nada. Hacer listas eternas, guirnaldas para el colegio, caca. Beber. Suspirar soledad. Verse los párpados tapando las pestañas. Firmar con el nombre impuesto una sucesión de datos extrañísimos. Confiar en el médico, en el mecánico, en la suerte. Pagar. Devolver. Decir "está bien" para evitar decir... Irse a dormir. Dudar.