

Mundo Marino
Mirà, la posta es que a mí el perro ese de mierda nunca me gustó, por atrevido, porque no te podías dar vuelta que el hijo de puta ya...


No nos cuesta nada armar el escenario de entre casa
No nos cuesta nada armar el escenario de entre casa. Las líneas de fiebre de Angelita nos hacen suspender lo que estaba planeado. El...


La fiebre de mi hija
La fiebre de mi hija en realidad es febricula, ese maldito "ni" equivalente a la garúa. No está para salir pero tampoco para llamar al...


Es tiempo de perder
Es tiempo de perder; dinero, llaves, un libro. Es tiempo de pinchar una rueda llanta cubierta. Pierdo pincho. Contra el cordón, contra el...


Marcas en la vejez
Yo no tengo tatuajes, a pesar de que pertenezco a una generación de tatuados. Creo que la idea de llevar una marca en la piel para toda...


Madera Canela Romero
En la obsesión por los olores secos: madera, canela, romero. En la incesante pregunta acerca de la concepción del tiempo. En los celos....


A veces
A veces siento que puedo contener el mundo que habito sentada en mi cama, después de haber dormido una siesta breve. Me acompaña una gata...


No somos nada
No somos nada. Mi primo Ariel se saca una foto donde ya no están las torres gemelas. El viaje lo pagó con la plata del juicio laboral. En...


las pibas
En el barrio con las pibas nos hacemos un asado. Mientras aso ellas bailan reggaetón. Cantan fuerte proclamando que a las mujeres hay que...


hacer pie mano letra
El olor de mi sexo en los dedos de mi mano la bata el cuaderno el consuelo de la palabra vacía la omisión el verso relamidas cuotas de...